BBC
19 abril 2016
Por qué se ponen los
dientes amarillos y qué hacer para evitarlo
Lucía Blasco
Las blancas sonrisas que fabrica Hollywood
están, cada vez más -y a veces literalmente- en boca de todos.
Tener
los dientes blancos se ha convertido en una necesidad no sólo estética, sino
también psicológica.
Pero
no todas las personas tienen los dientes blancos de forma natural.
Y
no siempre el tono amarillento que pueden adquirir se debe al tabaco o al café.
Consultamos
a un especialista para conocer las causas y las posibles soluciones.
1.
Causas genéticas
"El color de los dientes depende de cada
persona", le dice a BBC Mundo el doctor Óscar Castro Reino, presidente del
Consejo General de Colegios de Dentistas de España.
"Hay un condicionante genético importante que
define la coloración de nuestros dientes desde que nacemos", agrega el
experto.
De acuerdo con el doctor Castro, también hay algunas
enfermedades congénitas "como la dentinogénesis
o la amelogénesis imperfecta que provocan defectos en
el esmalte o en la dentina, haciendo que estos adquieran un color amarillento o
incluso marrón".
"Es un proceso que se hereda de padres a
hijos", explica el médico.
Además, "las alteraciones endocrinas de hormonas
tiroideas también influyen en el color de los dientes y pueden provocar manchas
y alterar su color".
2.
Lo que comes y bebes
Algunos alimentos y bebidas tienen pigmentos que
pueden filtrarse entre los poros de nuestros dientes o, tal y como los llaman
los dentistas, en los "canalículos dentarios" de la dentina (tejido
intermedio del diente).
Algunos, como el café o el té negro, son más
conocidos, y otros no tanto.
Por ejemplo, según el doctor Castro, el té verde
también contiene pigmentación que puede amarillear tus dientes, además de otras
bebidas como el vino tinto o los refrescos de cola.
Lo mismo sucede con los alimentos que contienen
carotenos (un pigmento natural antioxidante), como las zanahorias, el tomate o
las espinacas.
Algunas causas del amarillamiento de dientes
Genética y enfermedades congénitas
Factores ambientales
Radiaciones
Tabaco
Infecciones
Alimentos que manchan los dientes (como el té o el
café)
Mala higiene dental
Demasiado fluoruro (altos niveles en el agua o uso
excesivo de enjuagues on pasta dental)
En algunos lugares el agua también puede amarillear
los dientes, pues contiene "cantidades tremendas de flúor, que causan un
exceso de esta sustancia conocido como fluorosis, la
cual provoca manchas en los dientes", explica Castro.
Según
3.
Medicamentos y tratamientos
"Algunos tipos de antibióticos, como la tetracilina, pueden provocar una alteración durante la
formación del diente, haciendo que este nazca con un color pardo
estriado", explica Castro.
Otros productos que hacen que los dientes se vuelvan
amarillentos son, según el especialista, los colutorios dentales (enjuages bucales).
En el caso de la amalgama de plata (que se utiliza
para empastes metálicos), contiene unos pigmentos que, tal y como advierte
Castro, acaban siendo asimilados por el diente y transformando su color.
Con el endodonciado sucede
lo mismo: cuando se mata el nervio del diente, este se oscurece.
Y es que cuando hay un traumatismo la sangre se
coagula, tiñendo el diente desde dentro hacia fuera.
En cualquier caso, existen nuevas soluciones, como la
utilización de composites o resinas compuestas, dice
Castro.
4.
El paso del tiempo (y el cuidado)
Otro factor no menos importante es el paso del
tiempo.
A medida que envejecemos, los dientes se vuelven
amarillos.
"Es normal que con la edad los dientes
amarilleen, pues desde que nacemos hasta que morimos los sometemos a una serie
de condicionantes que provocan cambios en ellos", asegura el doctor
Castro.
Pero también es fundamental cómo cuidamos nuestra
dentadura. Y, sobre todo, cómo la limpiamos.
"La higiene dental inluye
muchísimo", explica el médico.
¿Cómo evitarlo?
No
podemos frenar el paso del tiempo, pero sí podemos poner cuidado en la limpieza
de nuestros dientes, además de evitar consumir en exceso ciertos alimentos o
bebidas (y, por supuesto, el tacaco).
Pero
si lo que buscas son soluciones a posteriori, lo mejor es que acudas a los
profesionales.
"Muchos
tratamientos caseros de blanqueamiento no tienen capacidad terapéutica, como
algunos que se anuncian en televisión y que prometen un blanqueamiento de hasta
ocho tonos, lo cual es imposible", explica Castro.
"Es
publicidad engañosa", afirma el especialista.
"Lo
ideal es acudir al dentista y ver qué se puede hacer para blanquearlos y, sobre
todo, descartar alguna patología previa", agrega.
En
cuanto a remedios caseros, como el bicarbonato con limón, Castro advierte que
hay que tener cuidado: "Es un ácido que erosiona y cuyo efecto sería el
mismo que frotar el diente con papel de lija".
¿Y los dentífricos blanqueadores?
Micropartículas de plástico: cuando tu pasta de dientes es un peligro para el medio
ambiente
Según
Castro, "juegan con el truco de los colores (el opuesto al amarillo es el
violeta); las partículas violetas que impregnan el diente provocan la sensación
de falso blanqueado".
El
especialista también advierte de un nuevo fenómeno: la blancorexia
u obsesión por los dientes blancos.
"Siempre
se quiere más y los pacientes piden tonos de blanco que no existen en la
naturaleza, como el blanco sanitario", dice Castro.
"Hay
un cambio en la percepción de lo que es natural y lo que es artificial".